Igualdad, ¿espejismo o realidad?

61 de cada 100 varones en edad de trabajar tienen empleo, mientras que la cantidad de mujeres, es un 16% menor. Por otro lado, la brecha salarial entre hombres y mujeres, en 2019, era del 29,3%.

La búsqueda de la igualdad ha llevado al emprendimiento de planes que han de ser sometidos a diagnósticos y evaluaciones continuas, pero ¿es esto suficiente para acabar con la discriminación laboral?

Los expertos señalan que será importante que se reflejen en la ley aquellas medidas destinadas a lograr una mayor equidad, sin embargo, y según señala Elena Blasco, secretaria de Mujeres e Igualdad: “Muchas empresas muestran resistencia a negociar planes; hay planes cuyo contenido se concentra en la conciliación, cuando lo urgente son medidas en contratación, clasificación profesional, formación, promoción, salud laboral, retribuciones… para las trabajadoras”.

Esto nos hace reflexionar sobre que, tal vez, estemos actuando sobre los fenómenos incorrectos. Y sobre la importancia que tendrá observar, analizar y detectar el problema, ponerle nombre, y emprender medidas directas para actuar en consecuencia al mismo.

En este sentido, Gemma Fabregat, profesora de trabajo de la Uniersitat de Valencia afirma “La efectividad de los planes de igualdad ha podido y puede verse mermada por un diagnóstico incorrecto”

Con las últimas reformas, han aumentado los medios para atacar la brecha de salario entre hombres y mujeres. Y la aprobación del Decreto Ley del 1 de marzo con medidas urgentes para la garantía de igualdad; nos hace sentir un poco más cerca de un futuro más igualitario. 

Pero ¿es esto un espejismo? ¿o realmente estamos en el camino correcto? El hecho de seguir trabajando, observando y actuando; solo pueden ser sinónimo de avance.

En el siguiente artículo, La Vanguardia reflexiona sobre la eficacia de los planes contra la discriminación laboral.